El Apertura 2024 será recordado como uno de los torneos más obscuros en la historia de Gallos Blancos; eliminados en la primera ronda de la Leagues Cup, goleados en el Clásico de la 57 por San Luis, Benedetto se convierte en uno de los fichajes más decepcionantes en la historia del club, goleados por León en el Clásico del Bajío, eliminados de la liga desde el mes de Octubre, sanción de la FIFA por tres mercados sin poder fichar, los aficionados del Club Querétaro están viviendo una pesadilla de la cual no pueden despertar. En toda esta obscuridad hay un atisbo de luz que ilumino aunque sea un poco el nombre de Querétaro, un equipo que a pesar de todas las ninguneadas de la liga y de las televisoras, se las arregló para competir contra las mejores, haciéndonos soñar hasta el final. Es por eso que el día de hoy analizaremos detalladamente a Gallos Femenil, un equipo que represento y puso en lo alto a la ciudad de Querétaro hasta el último partido.
El fin de una era: En el mercado de fichajes antes de arrancar la temporada, la cosa pintaba negra para el equipo y para la institución, Gallos Femenil perdía cuatro piezas clave para la nueva campaña; comenzando por Marta Alemany, una guardameta espectacular, además de que en ese momento era la gran estrella del equipo. La segunda en irse fue la capitana Jazmín Enrigue, una central fuerte, precisa, y siempre confiable. La tercera en marcharse fue la goleadora del equipo, la estadounidense Jennie Lakip hizo las maletas al no acomodarse del todo en la institución. El último en marcharse fue el entrenador, Alberto Arellano dejaba el cargo tras haber rozado la liguilla dos veces consecutivas. Con esta bajas capitales, Gallos Femenil se quedaba sin su columna vertebral para la nueva temporada, dejando a los aficionados con una incertidumbre tremenda sobre qué sucedería con este equipo en el futuro, parecía impensable que la escuadra se recuperará de este duro mercado… hasta que el profesor Samayoa apareció.
El nacimiento de un nuevo proyecto: Directo desde la Perla del Pacífico, Claudia Lozoya arribaba al equipo con una tarea titánica en ese momento, suplir la baja de Marta Alemany… las piernas no le temblaron a la actual guardameta del Club Querétaro, ya que desde el primer momento se convirtió en la mejor jugadora del equipo. Vanessa González proveniente del Atlético San Luis llegaba para consolidarse en la zaga central. La costarricense Emily Flores llegaba para consolidar el medio campo del equipo, una jugadora todo terreno que rápidamente se hizo dueña de la medular. En la delantera, Wendis Cabrera llego a revolucionar el ataque con su juego habilidoso y desequilibrante, mientras que Sarahí Ceceña con tan solo 17 años llego para ser una pieza importante de cara al futuro de la institución. Por último, el profesor Fernando Samayoa llego para hacerse cargo del equipo, con pasado tunero y rojiblanco, la afición dudo si “Sama” era la mejor opción para el equipo, sin embargo, tan solo unas cuantas jornadas fueron suficientes para que Fernando se ganara a toda una ciudad, Samayoa rápidamente transformo a Gallos Femenil en el caballo negro de la competición.
La consolidación del equipo: Una victoria ante Xolos, un empate contra Chivas, y dos derrotas ante América y Pachuca, ese fue el saldo del primer tramo de campeonato para el equipo, parecía que sería un torneo extremadamente irregular para Gallos, sin embargo, la escuadra se conectó, se unió, y sorprendió a toda la liga con resultados inesperados para las aspiraciones del club; victoria ante Mazatlán, victoria ante Santos, victoria ante León, victoria ante Puebla, empate contra Pumas en Ciudad Universitaria, y un gran partido ante Rayadas a pesar de la derrota, con estos resultados Gallos Femenil se afianzaba en la parte alta de la tabla a tan solo unos cuantos partidos del cierre del torneo. En el último tramo del campeonato la cosa se apretó bastante; Xolos, Atlas, y Querétaro, igualaban unidades a tan solo unas cuantas jornadas del cierre, esto provoco que la lucha por el último boleto se apretará bastante, teniendo que esperar hasta la última jornada para saber quién sería el octavo y último invitado; En la primera final, Querétaro firmaba un empate ante las rojinegras del Atlas, un rival directo en la pelea por el octavo boleto. En la segunda final, Gallos Femenil cayo goleado ante Tigres en el Volcán, esto provocó que su perseguidoras se acercaran todavía más al equipo queretano. En la tercera final, Gallos Blancos goleo contundentemente al Necaxa en Aguascalientes, un resultado de color dorado que le permitía al equipo depender de sí mismas para clasificar a la liguilla, Gallos Femenil estaba a un solo partido de conseguir un histórico boleto hacia la siguiente ronda.
Esto no ha hecho nada más que comenzar: Última jornada de liga, una final ante Cruz Azul, Gallos Femenil dependía de sí mismo para avanzar a la siguiente ronda; una victoria en el Corregidora catapultaría al equipo hacía la gloria, sin embargo, una derrota sería una punzada al corazón extremadamente dolorosa… A pesar de dominar todo el encuentro, Gallos femenil cayo en casa ante la Máquina 1-3, dejando al equipo fuera de la liguilla trágicamente en la última jornada, un resultado extremadamente doloroso para el equipo.
Para ganar hay que saber perder, para triunfar hay que saber fracasar, para aprender primero hay que caer, un equipo se forma conforme al tiempo, una familia triunfa tras superar los malos momentos, una escuadra se vuelve legendaria tras intentarlo una y otra vez. Gallos Femenil se quedó a las puertas de una campaña histórica para el club, la vida decidió que era muy pronto para que eso sucediera, sin embargo, el equipo debe estar orgulloso por lo conseguido esta temporada; cuando nadie apostaba por ellas, cuando nadie creía en ellas, cuando todo parecía perdido desde antes de comenzar, ellas llegaron y les demostraron a todos que estaban equivocados, con corazón, aguante, y huevos, Gallos Femenil consiguió dar la cara por una ciudad entera, no tengan duda de que este equipo regresará, y lo hará más fuerte que nunca, ninguno de ustedes está preparado para lo que se avecina…