Bohemio: Persona de vida irregular, es quien vive en desorden el camino buscando su mentira y su verdad.
“Al bohemio yo lo definiría como un enamorado singular que sueña y que realiza lo que sueña cuando su yo se pone en libertad”
En México, muchas de las decisiones de los empresarios dueños de los equipos se traducen en arrebatarle al aficionado el fútbol de sus manos. Clubes históricos de nuestra tradición pambolera como lo son Celaya, Morelia y Atlante juegan en la liga de Expansión de la que ya varios han opinado no es una liga seria. Incluso Héctor Reynoso, ex capitán de Chivas en una final de Libertadores en entrevista con Yosgart Gutiérrez habló de que muchos talentosos jugadores prefieren la talacha a la Liga de Expansión.
Por otro lado, algunas direcciones deportivas de los equipos que hay en primera división han demostrado no estar preparados para cuidar de un club. Al profe Juan Carlos Osorio le reforzaron el equipo este caluroso invierno con jugadores que rebasan el 1.88 de estatura, según entiendo para mejorar en la defensa de acciones a balón parado. Hoy el entrenador colombiano no es más el técnico de Xolos, y deja una plantilla con jugadores de características muy específicas para su idea de juego o dicho de otro modo, le deja un paquete complicado al entrenador que venga. Preocupa que un talento como Gilberto Mora esté en manos de esos empresarios.
Asistir a los estadios es todo un ritual pero no muchos pueden darse ese lujo, así que en pleno apogeo de las plataformas de streaming, la Liga MX se abarrota de plataformas y se vuelve dificilísima de mirar para el aficionado promedio. Prime Video de Amazon, VIX, Cliente TV, TUBI (TUBI, aunque aún es gratuita, es de muy mala calidad), Fox Sports Premium y Disney Plus (ESPN) son las plataformas que uno tiene que pagar si pretende seguir a su equipo toda la temporada.
En lo que refiere al periodismo, ese filtro entre pelota y aficionado, ocurre que por los tiempos que vivimos se genera cada vez más esto del periodismo/entretenimiento, así que en los programas abundan los gritos, las polémicas, las ideas y opiniones poco meditadas, en definitiva material para generar interacciones en redes y no para informar y hacer reflexionar al aficionado.
En todo ese remolino de distracciones, sonidos, confusiones, errores, interacciones y emisiones, nace la revista Balompié. Que nazca una publicación escrita en pleno 2025 ya es de por sí una locura, pero bajo esta coyuntura, es todavía más arriesgado. El riesgo lo corrieron un puñado de personas valientes, idealistas (que no ingenuas) y bohemias que creen en un periodismo bien hecho, que piensan que cambiar la narrativa de lo que pasa y de lo que pasó, también puede cambiar la percepción del aficionado e incluso la del futbolista nacional. Tenemos que saber quién fue el Centavo Muciño, leerle en voz alta a nuestro abuelo futbolero la crónica documental de Horacio Casarín, tenemos que conocer la Liga TDP para saber el rumbo que tienen los pasos de tantos jóvenes talentos en el país, hay que recordar quiénes fueron esos inolvidables Toros Neza que marcaron una época por todo lo que generaron en el barrio Nezahualcóyotl, por el fútbol vistoso que desplegaba en el rectángulo verde. Tenemos que hacer todo lo posible porque las palabras impresas en esa revista trasciendan y se conviertan en la referencia principal del imaginario colectivo del aficionado pambolero en México. Y si, suena muy utópico, pero hay que intentarlo, porque la gente que se reunió el jueves 6 de marzo en la Fussballplatz de la CDMX era muy diversa, había vendedores de playeras, periodistas, streamers, analistas, coleccionistas de jerseys, entrenadores, niñes. Y aunque parecía éramos tan distintos, teníamos al menos una cosa en común que era más que evidente, a todos nos encanta el futbol, y esa fue razón suficiente para reunirnos, poner la pelota en el piso, la mente en calma y conversar, como pasaba en los cafés vieneses antes de la segunda guerra mundial, como pasa en las esquinas de los bares montevideanos y rosarinos, solo que esta vez, en la Ciudad de México.