Prisca Awiti

La historia de los países latinoamericanos ha estado ligada, habitualmente, con regímenes políticos o con fenómenos violentos que terminan por fracturar a la sociedad en muchos pedazos. Las dictaduras militares en Argentina y Uruguay y el fenómeno del narcotráfico en México y en Colombia son ejemplos bastante claros de lo anterior.

Cuentan en Colombia que hace apenas 2 décadas existían todavía las fronteras invisibles en los barrios, esas delimitaciones geográficas impuestas por los carteles que convertían a los barrios en territorios que había que defender contra el enemigo; los niños eran entonces los pocos que podían cruzar de barrio a barrio sin correr tanto peligro, aunque a veces hasta a los propios niños se les increpaba.

En Medellín la herramienta para fortalecer el tejido social y para hacer comunidad fue y sigue siendo la música. Si tocas en una banda sonora, big band, banda de salsa u orquesta, irremediablemente tienes que convivir con chicos y chicas de otros barrios, el ensayo es el lugar común donde se reúne la gente sin importar las fronteras, los conciertos son el resultado de esa amalgama de personalidades, pensamientos, talentos y sensibilidades trabajando al compás de las partituras.

La medalla de Prisca Guadalupe Awiti Alcaraz es sin dudas un rayo de esperanza, un lugar al que hay que apuntar como un objetivo, sabiendo que en el deporte, hay otra herramienta poderosísima de transformación social, que es sin dudas algo que en México necesitamos urgentemente. No deja de ser además conmovedor e ilusionante que habiendo nacido en el Reino Unido y siendo hija de padre keniano, haya decidido representar a la patria de su madre, que es también nuestra amada matria. La judoca latinoamericana declaró ante medios nacionales: "En México yo he encontrado alegría, creo que aquí luchan con su corazón y lo hacen por su país. Es algo que me ha encantado de aquí, porque lo hacen en los combates, entrenamientos y en todo lo demás"  

El camino de Prisca no fue sencillo, la mexicana comenzó con una victoria frente Nigara Shaheen del equipo de refugiados en la ronda de los dieciseisavos de final. En la siguiente ronda venció a la polaca Angelika Szymanska, cuarta del mundo. En los cuartos de final, con el corazón con pulsaciones elevadas, Awiti tumbó a la austriaca Ljubljana Piovesana. En las semifinales, ya en un horario cómodo para los mexicanos (sobre las 9.00 hora del centro de México; 17.00 de Francia) la judoca mexicana superó a la croata Katarina Krist y así aseguró medalla para la delegación azteca. En la final contra Leski, la mexicana no pudo salir del sometimiento de la eslovaca y perdió el encuentro.

La medalla de la mexicana de madre guanajuatense es además histórica y anecdótica,  ganó la primera medalla de plata para México y Latinoamérica en París 2024 y la primera en judo en la historia olímpica de México.

El apoyo al deporte nacional es fundamental para seguir creyendo que un mejor país es posible, ojalá esta y otras medallas sean la punta de lanza para que el deporte mexicano cuente con más apoyo y nos siga transformando.

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