Tras haber ratificado a Jaime Lozano como el técnico nacional en una conferencia de prensa post Copa América, tras haber declarado que algunos objetivos se cumplieron y otros no y tras haber supuestamente “empoderado” a algunos jugadores que todavía no sabemos bien quiénes son, la Federación Mexicana de fútbol anunció, en un acto de total incongruencia, que Jaime Lozano deja el cargo de seleccionador nacional y unos días después, anuncia al Vasco Aguirre junto con Rafa Márquez como los nuevos encargados de lograr que México logre hacer un buen mundial, ya sin ningún torneo de preparación previo a ser anfitriones en 2026.
Aunque ambos nombres en un cuerpo técnico nos puedan llegar a ilusionar a más de uno, el de Javier por ser el técnico mexicano más ganador y reconocido a nivel mundial y el de Rafa por haber sido un jugador de época y un técnico que probó su capacidad en el Barça Athletic; no deja de ser una incógnita el modelo de juego que va a prevalecer en el juego mexicano.
Una opción es ver algo muy parecido a cómo jugaba el Mallorca de Aguirre, un equipo que cede la pelota, que se defiende con el cuchillo entre los dientes, que apela a tener a un gran guardameta y que cuente con un par de nueves que mandan a guardar las pocas situaciones de gol que se generen.
La otra opción es hacer un juego muy posicional como el de Rafa con sus chavos del Barça, que es esencialmente lo contrario a la forma de jugar de ese Mallorca del Vasco.
Hay una tercera opción que es para mi la más probable, o al menos la que se me ocurre más conveniente, que es la de que el Vasco, con la ayuda de Rafa, intente armar un equipo más ofensivo y protagonista, como lo supo hacer en el mundial del 2002 con el propio Marquez en cancha. El Vasco no siempre fue un técnico tan defensivo, prueba de ello este video del rol de Márquez con selección enfrentando a Ecuador en 2002:
Aguirre utilizó a Márquez como el último bastión defensivo antes de llegar al arco y como el mejor lanzador y organizador de una salida que pedía progresar a través del pase.
Personalmente pienso que el Vasco, estando ya en el ocaso de su carrera como técnico, dejará que Rafa meta mano en el modelo, lo cual no significa que renunciará a su estilo, pero si pienso que Aguirre se enfocará mucho más en la gestión del grupo y en manejar a la prensa con singular audacia. Mientras tanto, Rafa será el que dirija los entrenamientos, el que transmita la idea, el que explique la táctica y los convenza de que su estrategia, es la mejor.
Es ilusionante, es verdad, pero no perdamos de vista que este proceso es el segundo proyecto a largo plazo que anuncia la Federación Mexicana de Fútbol en año y medio. Este cuerpo técnico vino, en primer lugar, para sacarles las papas del fuego, y tal vez en segundo, para ser un proyecto a largo plazo.
Ya decía Renato Paiva en entrevista para TUDN que no se puede pretender construir una casa desde el techo, por muy bueno que sea ese techo se necesitan buenos cimientos, y el fútbol infantil y el fútbol formativo, que representan esos cimientos en el fútbol nacional, tienen mucho qué mejorar, por eso los jóvenes que piden debuten en primera muchas veces no están tan bien preparados como podrían estarlo, y esto es un tema que no podemos perder de vista y que ojalá este nuevo cuerpo técnico tenga la posibilidad de presentar como uno de los nuevos derroteros que el fútbol mexicano debe de considerar, en pro de tener un más y mejores jugadores, en pro de mejor la selección mexicana de fútbol, esta vez sí, pensando en el largo plazo.