Entre 1998 y 2016, diecinueve equipos mexicanos incluyendo los extintos y arrebatados de su afición Jaguares de Chiapas y Monarcas Morelia, disputaron la Copa Libertadores y después, cuando nació, también la Sudamericana. Tigres, Chivas y Cruz Azul perdieron sus finales contra River Plate, Inter de Porto Alegre y Boca Juniors respectivamente; el América se quedó tres veces en semis. Santos cayó en octavos contra River Plate en penales. Todo parecía que nos íbamos en blaco después de 18 años de participar a nivel de clubes en CONMEBOL, entonces, el Pachuca. El equipo de la Bella Airosa es la excepción a esa regla que dice que en sudamérica los mexicanos no ganan gracias a que los entonces dirigidos por el Ojitos Meza y comandados por Chitiva, Damián Álvarez y Chaco Giménez se coronaron ganándole a un histórico Colo Colo en el Estadio Nacional de Chile. Esa excepción debe ser vista más bien como el punto de partida, como el recordatorio de que se puede competir y ganar, jugando bien.
A nivel nacional, el Pachuca lleva años siendo la excepción, es el único proyecto en el país que ha mantenido a su técnico por 4 años, es el club que pone a más canteranos en su oncena titular cada fin de semana. Es, además, el club que más ha exportado jugadores a Europa en los últimos años en los botines de Héctor Herrera, Hirving Lozano, Erick Gutiérrez y Luis Chávez. Futbolistas a quienes debemos valorar pensando en que jugar en clubes grandes de Portugal, Países Bajos, Rusia y España no es poca cosa. El proyecto de este club no es perfecto, pero ha dado resultados.
Pachuca, una vez más como excepción a la regla, salió campeón de la Concachampions jugando con muchísima personalidad, metiendo a 3 jóvenes de su cantera como titulares y haciendo ingresar a otros 4 canteranos en el segundo tiempo, ante un Columbus Crew que venía enrachado y envalentonado, ya que había despachado a los dos equipos de la sultana del norte, clubes que además cuentan con 2 de las nóminas más caras del torneo CONCACAF.
El partido fue intenso, tal y como quería el Pachuca; muchas transiciones, mucha presión en bloque, y aunque es verdad que el equipo de la MLS tuvo sus chances, tras el segundo gol se vió desconcertado y tras el tercero, apabullado.
Pachuca es merecido campeón de un torneo que le abre las puertas al nuevo mundial de clubes a jugarse con 32 equipos, lo cual además de representar un premio de 50 millones de euros para el Tuzo, sigue poniendo en una vitrina inmejorable el proyecto del grupo Pachuca que cuenta con el Everton de Viña del Mar chileno y el Oviedo de la segunda división de España, quien por cierto jugará el play off para ascender a primera.
Jesús Martínez y su equipo tienen muy claras las directrices de su proyecto y lo siguen puliendo siempre a la vanguardia de lo que demanda el fútbol moderno, tan es así que hace unos meses firmaron un convenio con Statiskicks, una de las empresas líderes en análisis de datos de jugadores en el mercado mexicano, lo cual les llevó a traer jugadores como Idrissi, por ejemplo, quien ya les ayudó a ganar una Concachampions, a conseguir un pase a liguilla y por quien ya se dice hay clubes del país ofertando sumas importantes. Otro de los grandes refuerzos fue el colombiano Nelson Deossa, por quien ya también se rumora están ofertando fuerte.
Pero no solo los extranjeros son cotizados, en los últimos días se hizo oficial la llegada del delantero Roberto de la Rosa a Rayados, quien a pesar de no tener mucho gol, es un jugador que puede complementar el ataque de los del Tano Ortiz como segundo delantero o incluso, como media punta. Pachuca invierte lo necesario para reforzar su plantilla compuesta por jóvenes con perfiles muy específicos, si esos refuerzos la rompen, los vende caros; ese es sin duda un modelo muy rentable y funcional, de hecho, es uno muy parecido al del Ajax o al del Benfica, clubes grandes que compiten en ligas sin tanto poderío económico y que para seguir compitiendo en Europa, han tenido que reinventar su forma de coexistir en el salvaje mercado del fútbol.
Brindemos cada que el Pachuca salga campeón, porque es el proyecto de club más importante que tenemos en México.