Se jugaron los octavos de final de la liga de Campeones de CONCACAF y me fue inevitable comenzar a hacer cuentas. Entonces, si ya quedó fuera el Toluca ya solo quedan cuatro equipos mexicanos: el América, el Pachuca, Tigres y Rayados. De la MLS está el New England, Columbus y el Inter, que es más de Messi que de Miami. El último equipo es el Herediano del ‘Pity’ Altamirano, que la mayoría ha de pensar que es por obra de la casualidad que está ahí, y aunque sí ha tenido suerte también ha jugado bien. O sea que nuestra liga tiene al 50% de los equipos en cuartos de final, o sea que en una de esas alguno de esos equipos sale campeón, y entonces tres de los 32 equipos clasificados al nuevo mundial de clubes del 2025 serían mexicanos.
Hago todas esas cuentas tal vez por una mera razón de orgullo, por un afán de que cuando alguien en el sur me pregunte sobre la Libertadores, yo pueda decir: “es verdad, ya no la jugamos y nunca la ganamos, pero nosotros dominamos CONCACAF” y a esa frase le podría añadir “y le sacamos el trofeo a un equipo dirigido por el ‘Tata’ Martino que tenía a Messi, a Suárez, a Busquets, a Jordi Alba y a Federico Redondo”.
A continuación describo brevemente cómo llegan los cuatro clubes mexicanos a los cuartos de la CONCACHAMPIONS:
El América es el rival a vencer, es un equipo de autor el de Jardine, prueba de ello es el segundo gol que le marcan a Chivas, a partir del cual se podría hacer perfectamente uno de esos reels de instagram en los que cuentan los pases que dio un equipo previo a hacer el gol. Es complicado tener la pelota durante tanto tiempo, e igual de complicado es tener la paciencia y la visión para saber encontrar los espacios libres sin caer en la trampa de hacerlo antes de tiempo en una situación que no es del todo clara. Además, línea por línea y nombre por nombre, tienen un equipo muy sólido tanto en la oncena titular como en la banca. Por si fuera poco, el ‘Ave’ ha demostrado ser un equipo con mucha personalidad, y es que aún cuando pareciera estar en aprietos, como en ese partido del 2-0 abajo contra Chivas, demostraron cambiar su actitud y salir a jugar distinto el segundo tiempo.
El Pachuca es el vértigo de la juventud, el estado físico a tope de los chavos y de los no tan chavos gracias a su PF Gastón Andrés y el latente peligro de que en una transición defensa ataque, comandada por el “chiquito” Sánchez y finalizada por Salomón Rondón, te puedan vacunar. Además, Oussama Idrissi, el jugador más desequilibrante de la liga, puede desatar los nudos que se le presenten al Tuzo en el tercio final de la cancha. Cabral y Barreto defienden el área con el cuchillo entre los dientes.
Tal vez el que llega con más dudas es Tigres. Su escenario más incómodo es ese en el que no tienen la pelota porque les sienta muy mal defender en un bloque bajo, no solo por estar tan cerca de su portería, sino también porque sin Córdova, Brunetta y Gignac en cancha y estando muy finos, les cuesta mucho contraatacar. Sea cual sea su rival en cuartos, sin duda agradecerá que el bueno de Rafa Carioca haya visto la roja en el partido contra Orlando en el Volcán, una baja que será muy complicada de compensar. Otro punto vulnerable de Tigres puede estar en la central si es que Purata llega a ser el elegido para ser titular.
Por último están los rayados dirigidos por el Tano Ortiz, tal vez el equipo con menos fisuras de los cuatro que van a disputar los cuartos. Monterrey no corre riesgos innecesarios, se defiende muy bien con Guzmán y Moreno como mástiles del navío regiomontano, se resguarda con la pelota en los pies de Jorge “Corcho” Rodríguez y le deja a Canales la hermosa responsabilidad de ser él el que se invente pases, tiros y gambetas para abrir a las defensas rivales. Todas las miradas de los nueve rayados apuntan hacia el horizonte en el que Berterame y Vázquez esperan su momento para mandarla a guardar. Monterrey es un buque que te va atacando de a poco hasta dejarte acorralado, y si bien es un equipazo, el gran deber del equipo con su afición, es en las citas importantes.