Una de las preguntas más recurrentes cuando la selección pierde en un mundial o en un partido contra Estados Unidos es ¿Cómo hacer para que el equipo juegue mejor? o, preguntado de otra forma, ¿Cómo hacer para tener mejores jugadores defendiendo la camiseta nacional? Una de las respuestas que siempre se mencionan ya sea en programas deportivos o en las charlas de bares con amigos es: reduciendo el número de extranjeros en la liga. Pero ¿Realmente es la cantidad de extranjeros en la liga la que obstruye el progreso del jugador mexicano?
En Tigres hay 10 extranjeros, de los cuales, varios ya son ídolos del club. El más grande es ese que llegó proveniente del Olympique de Marsella en junio de 2015 y que le ha dado a los de la sultana del norte decenas de alegrías en forma de gol definiendo de cabeza, de zurda, de derecha, de volea, de taco, de muslo y de lo que caiga, como lo hacen los grandes goleadores. Cada que el francés hace un gol, la afición de los Ti ge res entona la ya famosa canción con la melodía de Hey Jude coreando “Na, Na, Na, Nanana-na, Nanana-na Gignac”.
Los otros 2 que han dejado ya su huella en el club son Guido Pizarro y Nahuel Guzmán. Guido está viviendo su segunda etapa en el club tras haber ido a jugar al Sevilla en donde no tuvo muchos minutos y decidió volver a defender los colores del club oriundo de San Nicolás de los Garza. Nahuel llegó un año antes que Gignac desde Newell 's Old Boys de Rosario. Además de por sus grandes atajadas, al Patón se le reconoce por su singular personalidad, sus peinados extravagantes y por defender algunos ideales progresistas. El otro argentino del plantel es Nico Ibáñez, quien tras haber sido el sinónimo del gol en el Pachuca y San Luis por varias temporadas, ahora milita en Tigres en donde seguramente no tenga los minutos que él desearía. Los uruguayos Fernando Gorriarán y Nicolás “Diente” López son también parte de la plantilla felina. El diente, más allá de su enorme calidad, no ha logrado ser titular con ningún entrenador, inclusive se ha hablado de que puede llegar a venir a préstamo a Nacional de Montevideo por los pocos minutos que tiene. Fernando vive apenas su primera temporada como felino y era un titular indiscutible con Cocca, ahora es más un recambio de lujo para cuando el equipo necesite un volante que llegue al área sin deslindarse de sus responsabilidades defensivas, Gorriarán es un gran recuperador. Hace poco llegó también desde el Watford el central Samir Caetano para hacerle compañía a su compatriota Rafael Carioca. Samir no ha tenido muchos minutos, pienso sobre todo por el tema de que de media cancha para arriba Tigres está plagado de estrellas extranjeras, y otro poco porque al menos yo, le he visto poco buen juego en salida desde el fondo. El que cada partido demuestra que tiene calidad de sobra es el volante y número 5 ex Spartak de Moscú, Atlético Mineiro, Gremio y Vasco da Gama, Rafael; quien es para mi uno de los mediocampistas defensivos más talentosos (sino es que el más) de la liga. La legión extranjera la terminan de componer el chileno Igor Lichnovsky, quien supo vestir la camiseta de la máquina y militó también un tiempo en el fútbol árabe, desempeñándose como un zaguero de buen juego aéreo ofensivo y defensivo y el colombiano Luis Quiñones, uno de los extremos más desequilibrantes de la liga, demostrando su buen 1v1 y su enorme capacidad para centrar en espacios cortos e incómodos desde su llegada desde Santa Fe de Colombia a Pumas, pasando por Toluca y recalando en el equipo norteño.
Tigres tiene a 10 muy buenos jugadores en todos ellos, pero como no todos pueden estar en cancha, varios terminan comiendo más banca de la que les gustaría. La pregunta es, ¿Vale la pena tener a tantos y a tan buenos? Como técnico, la respuesta seguramente sea que sí, porque tienes un montón de materia prima con la cuál construir un buen equipo, armar estrategias diversas y jugadores que te marcan la diferencia aunque el partido esté cuesta arriba, pero, ¿Qué beneficio le trae a la liga tener a jugadores como esos? Pienso que hay 2 grandes aportaciones, la primera, es que los jóvenes debutantes mexicanos se encuentran con que tienen que enfrentarse a jugadores de mucha calidad, y la segunda, que el espectáculo y la popularidad de la liga incrementan, aunque también es cierto que en ese sentido los grandes responsables de mejorar no solo el show sino el espectáculo puramente futbolístico, son los dirigentes de la Federación.
Personalmente, soy de la idea de que con 5 extranjeros de calidad, puedes armar un buen equipo respaldado por chavos o por mexicanos con experiencia.