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EMOCIONES EUROPEAS

Mientras este texto es escrito, Julián Álvarez, ex nueve de River, viaja a bordo de un avión desde Buenos Aires hacia Manchester para incorporarse a la pretemporada del City. Julián se despidió de su club con nostalgia en una noche de invierno, de lluvia y de Copa Libertadores; con un Monumental abarrotado y en el que quedaron fuera contra Vélez por una decisión del VAR. La historia de Julián, aunque no tan nostálgica, es la de muchos otros jugadores que, con la ventana de pases abierta en Europa, comienzan a cambiar de ciudad de cara a lo que será una nueva temporada. Hablemos primero de las personas que llegan al equipo de Pep, que es, para mi, el rompecabezas más interesante de ensamblar y el iniciador de un gran efecto dominó.

Como Guardiola sigue levantando trofeos y está recontra comprobado que sus pupilos aprenden y mejoran con él, cada vez más jugadores que atraviesan un buen momento en clubes menos poderosos quieren ir a jugar al City. Un claro ejemplo fue la llegada de Grealish desde el Aston Villa la temporada pasada. Este verano, Guardiola empezó a liberar huecos en el plantel y a cubrir algunos otros que sabía quedarían vacíos para darle cabida a los nuevos fichajes. El primer hueco que había que cubrir era el que dejaba el capitán Fernandinho, mediocentro defensivo con una capacidad innata para pasar la pelota con criterio y para estar bien ubicado en las transiciones ataque-defensa. Fernandinho volvió a su querido Atlético Paranaense y el elegido para cubrir ese puesto es el ex jugador del Leeds, Kalvin Phillips, como ese mismo puesto quedó vacante en el Leeds, Victor Orta, director deportivo del club de Yorshire, fue tras Marc Roca, quien militaba en el Bayern, y como a su vez el puesto de Roca en el Bayern quedó libre, Oliver Kahn y su equipo de analistas y scouters eligieron a Ryan Gravenberch, ex Ajax, para cubrir el puesto. El siguiente efecto dominó se desencadena por el fichaje del delantero Noruego, Earling Braut Haaland, quien probablemente reviva las épocas del Kun Aguero, ya que el City volverá a contar con un jugador a quien Guardiola deberá dar cierta libertad posicional al saber que su mayor virtud es el gol. A sabiendas de lo anterior, Gabriel Jesús eligió el Arsenal como su próximo destino, consciente además de que Lacazette volvió al Olympique Lyon y de que Arteta necesitaba a un 9 con gol y con un alto entendimiento del juego de posición, y quien mejor que un ex pupilo de Guardiola para eso. Con la partida de Haaland, el Borussia Dortmund necesitaba otro centrodelantero, por eso fueron tras el atacante marfileño Sebastian Haller, a quien el Ajax todavía no decide con quién reemplazar.

Otro de los grandes fichajes de este verano es el del uruguayo Darwin Núñez a Anfield, quien con su mate y un físico imponente ha ilusionado al hincha de Liverpool con recuerdos todavía frescos de lo que fue uno de los mejores delanteros en la historia del club, el gran Lucho Suárez. Con la llegada del charrúa y la del guajiro Luis Díaz a inicios de año, Sadio Mané entiende que su ciclo en Liverpool terminó y se une a las filas del Bayern, equipo que no está acostumbrado a romper el mercado con fichajes de esa índole pero que de vez en cuando hace excepciones. Por su parte el Benfica, con una cantidad de dinero importante en la cuenta tras la venta de Darwin, decide invertir en otra de las promesas del fútbol argentino, Enzo Fernández, volante ofensivo de buen pie, con la clara intención de venderlo en un futuro a un mayor precio. Al mismo tiempo, la llegada de Mané puede dar pie a la salida de Lewandowski del equipo, probablemente, al Barca.

Estos dos equipos de la Premier, el Liverpool y el City, son tal vez los únicos en el mundo con la capacidad de agitar con tanta fuerza el mercado de pases, ya que pueden darse el lujo de elegir casi cualquier jugador y traerlo al club, el resto tiene que armar sus equipos bajo otras lógicas. Ese “resto” de equipos contempla inclusive al Real Madrid, que, aunque hizo 2 muy buenas contrataciones en los nombres de Aurélien Tchouameni y de Antonio Rudiger, están lejos de ser las contrataciones galácticas de otros años.

Desde fútbol en prosa, no quisiéramos dejar de decirles que, si bien los fichajes acaparan la atención de los medios, algo que no podemos perder de vista los aficionados a este hermoso deporte, es el cómo se irán desenvolviendo los jugadores en sus nuevos equipos. En las historias que suban los clubes a sus redes, o en las historias de los propios jugadores, nos podremos dar cuenta, aunque sea mínimamente, de cómo es ese estado de ánimo. No será raro por ejemplo, que después de haber visto despedirse con lágrimas a Di María tras 7 años en el PSG, le cueste adaptarse a su nuevo equipo, la Juve. No nos sorprenda tampoco mirar a Julián Álvarez, un pibe de 22 años que vive por primera vez fuera de su país, un tanto inseguro al inicio, o ver a Diego Carlos, central brasileño, un tanto distante, ya que fichar por el West Ham implica cambiar el calor de Sevilla por el frío de Londres. Querida lectora, la invitación es a mirar más allá de las cifras, a observar inclusive, más allá de los colores en una camiseta, a darnos cuenta que los cracks, son tipos que sienten, y sienten.

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