Aunque pareciera notorio y evidente el porqué de los abucheos a algunos jugadores de la selecta y al equipo en general, me gustaría profundizar en esos habituales comentarios que condenan al equipo. Lo primero que me pregunto es, ¿A la afición mexicana le importa cómo juega el equipo, o más bien le importa que la selección gane sin importar cómo? Esa misma pregunta se le podría hacer a los jugadores. La respuesta de ambos grupos cuestionados parecería obvia, lo importante es ganar, el resultado es el que manda, es verdad. Sin embargo, el equipo de Martino lleva rato planteando la misma estrategia con, a mi parecer, nombres equivocados, ya sea porque se quedan en la banca o porque no rinden tan bien en donde los coloca el técnico y eso, entre otras cosas, merma al equipo en su búsqueda del triunfo. Un ejemplo claro es la posición de ayer de Héctor Herrera y de Edson Álvarez. Me llama mucho la atención que se pretenda que, con Héctor Herrera siendo el que inicia el juego entre centrales, el primer jugador que se acerque para asociarse en el juego sea Edson. A Edson se le ve muy poco con la pelota en el Ajax, juega un montón sin pelota, y cuando la tiene, la tiene en propia cancha o entre los centrales o posicionado para recuperar tras la pérdida una vez superan la primera línea de presión del Ajax. A mí me gustaría ver a Héctor con mayor libertad sin tener que jugar tan posicional. ¿Y si los cambiaba de lugar? ¿Y si era Erick Gutiérrez el que jugara y se acercara para recibir ese primer pase? Como estos detalles cuestionables y debatibles hay varios. No olvidemos que cualquier estrategia y táctica son válidas si quién la piensa la defiende y la argumenta, pero como lo que está faltando de parte de los periodistas son las preguntas correctas, difícilmente sabremos qué pretendía Martino con lo que digo sobre las posiciones de Héctor y de Edson. Lo que sí que no es debatible, para mí, y que le viene pasando a la selecta desde hace ya varios partidos, es que el equipo queda larguísimo cuando ataca. Es decir, en palabras de Juanma Navarrete, analista de Chivas, “ya sea tras pérdida en zonas altas o directamente en la fase sin balón, el bloque de México es larguísimo. Los adelantados al balón suben la presión, pero los más atrasados sostienen o caminan hacia atrás”. Este detalle sí que es mejorable, además, dudo que el grupo de analistas tácticos de la selección y hasta el mismo Tata, desconozcan esta situación. Por eso a veces me cuestiono si el entrenador está errando en las formas de transmitir las ideas o si directamente no sea algo que se esté practicando en los entrenamientos.
La imagen del partido que me queda en la memoria es la de Reyna driblando a jugadores mexicanos desde su propia cancha como emulando a Maradona en el 86. ¿En qué momento pasó esto? Cuando Klinsmann era todavía entrenador de Estados Unidos, hizo un proyecto deportivo en el que contemplaba realizar visitas a Rosario para hablar con Menotti y a Brasil para hablar con las formativas de clubes como el Santos. Creo que los frutos de ese proyecto son los jugadores que estamos viendo a los gringos exportar últimamente. ¿Y México, para cuando un proyecto serio deportivo para formar mas y mejor el talento nacional?
Edson declaró después del partido que quienes saben mirar y analizar fútbol, saben que México hizo un buen partido. Es verdad, pero también creemos que pueden jugar mucho mejor.