DE DOS, NADA

En el mundo es cada vez más difícil encontrar jugadores rebeldes fuera de la cancha, y mucho menos jugadores con un impacto mediático tan importante, como lo fue en su momento Maradona, que se atrevan a alzar la voz, ¿Acaso el Diegote contaba una especie de licencia especial para poder decir casi cualquier cosa por todo lo que era capaz de decir con el cuerpo en la cancha? Sería como si hoy la única persona que pudiera usar más de 280 caracteres en twitter fuese Messi por lo bien que juega a la pelota. Aunque a veces erróneamente pensamos que por el hecho de que los futbolistas sean considerados figuras públicas deben defender o manifestar ciertas posturas, también es sano admitir que no es bueno esperar que los futbolistas defienden causas que nos toca defender a todos. Digo esto porque sería injusto pensar en que Edson Álvarez, Memo Ochoa, Raúl Jiménez o cualquier mexicano que se haya vestido de verde (ahora de negro) para enfrentar a los Estados Unidos tenga en sus pies la posibilidad de reivindicar cualquier suceso histórico desfavorable que se haya siucitado entre México y Estados Unidos. Velar por la justicia de esos acontecimientos es responsabilidad de todos los que nacimos en territorio nacional.

Me pregunto entonces ¿Estuvo bien Ochoa en encender el clásico horas antes diciendo que Estados Unidos quiere parecerse a nosotros en el ámbito futbolístico? Para mi estuvo bueno el mensaje, pero Memo erró en el timing. El futbolista habla primero en la cancha y después en los medios y no al revés. Aún así admito que es la primera vez que escucho a un mexicano decir que los estadounidenses quieren parecerse a los nuestros, siendo que históricamente ha sido siempre al revés. Me gustaría saber si Memo lo dijo con un sentido mucho más amplio, o si solo lo dijo desde el escenario puramente deportivo. Como haya sido, en el primero de los 2 rounds que jugó la selección, el golpe más contundente lo dio Pulisic anotando ese gol y luciendo el mensaje “Man in the mirror” en su camiseta.

La derrota ante Estados Unidos fue un duro golpe para el equipo de Martino y Canadá terminó por rematar una doble jornada eliminatoria para el olvido. Aún con las circunstancias que se dieron ese día, (cancha sintética y nieve), el equipo mexicano se vió rebasado en muchos aspectos del juego a pesar del cambio en el dibujo táctico de Martino con línea de 3 centrales. Obviamente duele perder, pero también es importante la forma en la que se pierde. Jugadores como Héctor Herrera, con pocos minutos en el Atlético de Madrid, o como el Tecatito Corona, cursando tal vez su peor temporada en Europa, deben asumir su responsabilidad y asimilar que el día a día en sus equipos es lo que les permite rendir bien en la selección. Tal vez lo más rescatable de esta jornada haya sido la revelación del joven que milita en las inferiores del Arsenal, Marcelo Flores, a quien, además, la Federación Mexicana debería hacer todo lo posible por retener para que termine jugando en la selección mayor.

Veremos cómo le va al equipo mexicano jugando contra los jamaiquinos, quienes cuentan con una selección, que, por primera vez en décadas, cuenta con jugadores ingleses con raíces jamaicanas, como es el caso del delantero del West Ham, Michael Antonio. El mundial cada vez está más cerca y aunque no deja de ser uno de los objetivos primordiales, jornadas como esta son las que deberían hacer cuestionar a los dirigentes sus estrategias para intentar mejorar el fútbol mexicano.

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