Hoy oficialmente terminó el castigo impuesto por la Federación Mexicana de Futbol y la Liga MX por lo hechos desatados el 5 de marzo del 2022, en el partido Gallos vs Atlas en el estadio Corregidora, que marcó un antes y un después en el futbol en Querétaro, estos lamentables hechos tuvieron consecuencias graves que hasta el día de hoy siguen repercutiendo al equipo. 

Múltiples heridos, tres de gravedad, afortunadamente todos salieron sin contratiempo, además detenidos tras los hechos, un veto de un año al estadio, veto de tres años a la barra del equipo y veto al anterior dueño Gabriel Solares por 5 años, lo que obligó a Grupo Caliente a retomar las riendas del equipo. 

Además el estigma que quedó en los aficionados queretanos tras aquellos hechos en el que las aficiones de otros equipos empezaron a rechazar en otros estadios, y así ha sido una historia muy complicada en el futbol queretano que hasta la fecha sigue teniendo sus consecuencias. 

El grupo de animación de Gallos Blancos emitió un comunicado donde llaman a las autoridades estatales, a la directiva de del Club y a las autoridades de la Liga MX a sostener un diálogo para ver la posibilidad de regresar a las tribunas con los requerimientos que sean prudentes y establecer una fecha para la vuelta de los aficionados a la cabecera norte del estadio.

Y es que han sido tres largos años de ausencia, de cambios radicales en el equipo, de una gestión que ha dejado más dudas que certezas con el regreso de Grupo Caliente al mando del equipo, por lo que esta fecha representa para los aficionados más que el regreso a las tribunas, una sensación de libertad y de alegría por disfrutar de su equipo y acabar con el estigma que se creó alrededor de la afición queretana.

El estadio ha permanecido en su mayoría en silencio durante tres años, los cánticos ya no se escuchan, los tambores no retumban y el apoyo no llega cuando el equipo va perdiendo, es momento de que todo vuelva a la “normalidad” y que sea borrón y cuenta nueva para esta noble afición que acabó pagando lo que causaron unos cuantos.

Además las entradas mejorarán, las ventas de camisetas, los consumos dentro del estadio y todo eso beneficiará no solo al Club sino a los que viven de esto. Si se planifica un regreso controlado –que ya estamos atrasados- se puede pensar en que todo vuelva a ser como antes de ese 5 de marzo del 2022, sabemos que el tema de la violencia es un problema social que no solo se vive en Querétaro ni solo en los estadios, pero cerrar las puertas no es la solución.

Hoy se acabó el castigo y todos los involucrados en esto deben pactar una vuelta a las tribunas de una de las aficiones más nobles de México, una afición que ha sido maltratada en el tema deportivo y muchas veces económico y que esperaron con ansias tres años para poder volver a ver a sus Gallos en esa mítica tribuna norte donde se han contado miles de historias de Gallos Blancos.