DAVID BISBAL, UN ANDALUZ EN QUERÉTARO

Dulce, lleno de vida y muy orgulloso de ser un verdadero andaluz, David Bisbal llegó al Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez de Querétaro el 10 de octubre, seduciendo a todo el público con sus encantos y recordándonos el porqué es uno de los artistas españoles con calidad de exportación.  “Ame María” empezó a sonar, seguida por “24 horas”, “Qué más da” y “Quiero perderme en tu cuerpo”, una canción hermosa que nos recuerda la belleza de la primera vez. Terminando esta canción el artista posó para una espectadora y le dijo: “Ahora es el momento, cariño, toma la foto”, y empezó a cantar “No me preguntes por qué”, “Esclavo de tus besos” y “Punto de inflexión”.  En esta canción saltó por primera vez el artista bailaor sobre el escenario, para continuar cantando “Lloraré” con un estilo rap en español. Sin bailarines ni coristas que lo acompañaran, el talento de este joven español llenó con un magnífico espectáculo el escenario.

Entonces llegó “Ruido” y “Si me falta vida”, en donde una voz preciosa y muy bien modulada nos mostró el motivo por el cual este talentoso cantante fue la voz ganadora del Festival de la Canción en España. En esta melodía nos mostró su parte sensible y muy personal, ya que está dedicada a su familia, a la que añora cuando está lejos de casa.  Después vino un tema de telenovela “Esta ausencia tan grande de dudas y sombras, esta ausencia que quema el fondo del alma y que no tiene final”.  El show de David Bisbal es un espectáculo austero, pero con mucha calidad, en donde la voz del artista y su presencia visten todo el espacio sin dejarlo desnudo.  Sólo el vapor de hielo seco que brillaba con los reflectores en color azul, rojo y naranja, y la magnífica voz de un grande. Un joven talentoso vestido de ídolo juvenil. Carismático y sonriente. Entonces llegó “Culpable” en donde repartió besos y cariños a todas sus fans. Después llegó “Ave María” y “Dígale” que fue aclamada, por cierto.  “Para enamorarme de ti” llegó  también y entonces recordó a otro gran ídolo cantando “El triste”, en donde nos contó la anécdota de cuando conoció a José José, en un evento en donde le temblaron las piernas a Bisbal al cantar esta canción a varios metros de este gran ídolo mexicano.

Durante todo el evento pudimos constatar que este seductor artista es muy atento y respetuoso con sus seguidores y que, al estar muy preocupado por ellos, interactúa de forma muy personal en cada oportunidad; habla directamente con uno y con otra. Aquí empezó a contarnos otra anécdota cuando conoció a Juan Gabriel en los Grammy. Comentándonos que le volvieron a temblar las piernas cuando tuvo que cantar a sólo dos metros del artista, y que se puso muy nervioso.  En esta parte comenzó a cantar “Yo no nací para amar” con un estilo muy personal.  Cada nota hacía resaltar su voz y la intensa dulzura andaluza que lo caracteriza.  Seguida ésta de “No tengo dinero” y moviendo las caderas, David hizo gritar a sus fanáticas, quienes lo acompañaron cantando. Aquí uno de sus fans le pasó una bandera española y otra mexicana, las cuales se puso amarradas como bufanda para seguir cantando.  Y así fue como empezó a cantar, con un estilo andaluz, “El andariego” y “El rey”, resaltando su voz con las rancheras mexicanas.  Bella la voz del joven de Almería, con ese toque picante andaluz que modula dentro del aire un canto hondo muy mexicanizado.  Aquí contó su anécdota con Alejandro Fernández, quien le pidió que cantara una de su papá.  Y así fue que cantó por primera vez  “De qué manera te olvido”. 

Con una magnífica voz, y siendo él querendón y buen mozo, debo confesar que David Bisbal nos convenció, es un gran artista. Aquí llegó “Intento olvidar”, canción con la que se despidió. “Te queremos, México”, nos dijo, y todos sus músicos y él en el centro del escenario nos mandaron besos. Entonces el público amoroso le pidió otra y así volvió al escenario con ”Bulerías”, “Al Andaluz”, en donde, como crítico social, nos expuso que mientras unos derrochan el dinero en superficialidades, otros no tienen para comer. Con esta canción los típicos saltitos de este artista se lucieron sobre el escenario.  Aquí nos hizo una pregunta bien sencilla: ¿Cuántas princesas hay en Querétaro? Y así cantó “Mi princesa”, aclamado por todas las quinceañeras asistentes que sueñan con un hombre como él. En esta parte cantó su más reciente éxito “Diez mil maneras”, y con ésta cerró definitivamente, recordándonos que: “…si antes de correr, olvidar y desaparecer, hablar y herir,  hay que caer y levantarnos.  Tal vez es para ti que vas a decidir, piensa en tu soledad.  Hay diez mil maneras de olvidar, de rescatar el amor y de recapacitar, y no hay ningún secreto que ocultar.  No hay por qué decir que no, si estás enamorado.  El amor duele sin remedio, y si lo dejas ir, te dolerá. No hay por qué perderlo, dejemos de mentir. Está acabando el tiempo lentamente.  Hay diez mil maneras de olvidar. No lo dejes ir, no lo dejes ir.  A veces tanta terquedad intenta separarnos.  No hay por qué decir que no, no lo dejes ir.  Se está acabando el tiempo lentamente. El amor duele sin remedio, si lo dejas ir.  No hay por qué perderlo, deja de mentir y ama”.  Nos cantó melancólico don Bisbal, haciéndonos tal vez recordar tiempos mejores en el amor

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