Un pequeño de tan sólo dos años de edad murió luego de que ingiriera, sin saberlo, un bolillo con veneno para ratas, el cual habría sido dejado en un punto específico de su hogar para ahuyentar a este tipo de animales, sin embargo el resultado fue trágico.

Lo anterior se presentó en el municipio de Jojutla, en el estado de Morelos, donde Andrea ´N´ habría implementado la trampa para roedores antes de salir a su trabajo, sin embargo su pequeño hijo Ángel ´N´ de 2 años lo encontró y comió.

De forma inmediata el menor de edad comenzó a llorar, por lo que su madre, tía y prima del niño corrieron a su atención, pero al ver que se trataba de algo poco usual decidieron acudir al Hospital General de Jojutla.

Una vez allí la prima del menor confesó que ella le ´alcanzó´ el bolillo con el veneno a Ángel, sin el conocimiento de que el pan contuviera tal aditamento letal.