Eran las 07:50 de la mañana del 19 de septiembre de 1985, cuando el señor Jorge Hernández García se dirigía a tomar el taxi que lo llevaría a su trabajo, ubicado en el Estado de México, en plena calle sintió una réplica del temblor de 8.1 grados escala de Richter, un sismo que marcó la vida de los mexicanos hace 35 años.

Jorge quien sobrevivió a esta catástrofe natural, hoy con 61 años de edad, recuerda claramente los momentos de angustia, temor y tristeza que vivió en las calles de la Ciudad de México cuando se dirigía a ver a su familia.

“Me enteré del sismo físicamente, yo iba caminando cuando empezó a temblar, iba a tomar mi taxi para irme al trabajo como antes de las ocho de la mañana cuando empezó el movimiento telúrico; estaba viviendo en el Estado de México se sitió el movimiento de la tierra y las campanas de la iglesia empezaron a sonar porque se movía para todos lados”.

“Los autobuses se pararon a media carretera, estaban afuera de su carril. Cuando llegué a la planta toda la gente estaba espantada, nerviosa, se fue la energía eléctrica estábamos en la oscuridad total, fue por medio de la radio del carro de mi Jefe que escuché que la Ciudad de México estaba totalmente destruida”.

Jorge Hernández al escuchar la narración del periodista Jacobo Zabludovsky, sin pensarlo emprendió su salida a la Ciudad de México pues su madre y hermanas se encontraban solas, la angustia lo impulso a caminar por la zona cero.

“Como a las 11 de la mañana me dirigí a la Ciudad de México a ver a mi familia. Me fui por Observatorio, subiéndome al metro llegue hasta Insurgentes porque hasta ahí llegaba la línea del metro que se colapsó. Me fui caminando a la colonia Moctezuma, en el recorrido por la Doctores, la Villa, Niños Héroes me tocó ver como caía el edificio de la Procuraduría General de Justicia, ver los muros caer fue devastador, pensé en tanta gente que estaba adentro, te quedas sin palabras, es más no puedes ni caminar de la impresión”.

El recorrido continuó “El área de Eje Central lo que es Lázaro Cárdenas estaba el pavimento levantado como si un puño gigante lo hubiera golpeado, eso era una zona de guerra; la gente gritaba con desesperación pidiendo que los sacarán, otros corrían sangrados pidiendo auxilio, cuerpos de jóvenes como de mi edad en las banquetas, otros tapados con sábanas blancas, fue realmente desgarrador, jamás olvidaré esa escena”, comenta con un profundo suspiro.

Al llegar a su destino en la colonia Moctezuma, Jorge constató que su familia se encontraba bien, tras ver toda la tragedia en la calle.

“Fueron minutos pero para mí fue una eternidad llegar a la casa de mi madre, sentía como en cada paso se me iba la vida, no sabía si volvería a temblar, no sabía si me iba agarrar otra vez en la calle pero con los edificios cayéndose. Cuando llegue a la casa, abrace tan fuerte a mi madre que lloré como un niño, ha sido lo más fuerte que he vivido, me marcó sin duda”.

Jorge vive desde hace 33 años en Querétaro con su esposa y sus dos hijas, desde ese entonces dejó de vivir en la Ciudad de México.

“Vuelves a nacer, el temblor del 85 marcó la vida de todos los mexicanos, nunca me voy a borrar de la memoria el sonido de las sirenas de los bomberos, las ambulancias recorriendo toda la Ciudad de México, y el silencio, ese silencio que se sentía de muerte como si fuera un bombardeo”, finalizó. 

Esta terrible situación se volvió a repetir el 19 de septiembre del 2017 cuando cerca de las 13:00 horas se sintió un temblor de 7.1 grados escala de Richter, lamentablemente fallecieron cientos de personas.