El cáncer de pulmón es una de las patologías más frecuentes a nivel mundial, está considerado como el segundo tipo más común en hombres y el cuarto en mujeres. Durante el año 2017, en la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro se diagnosticó un total de 11 casos nuevos, de los cuales 80 por ciento correspondían al sexo masculino de entre 60 y 65 años de edad.
A pesar de que existen varias causas que originaron este padecimiento, el tabaquismo es el principal detonante, más del 80 por ciento de los casos está relacionado con esta práctica, señaló el doctor Arturo Jorge Sotelo Álvarez, cirujano oncólogo adscrito al Hospital General Regional ( HGR) número 1 del IMSS.
"También hay otras causas como las ambientales o que están relacionadas al lugar de trabajo, como la exposición a productos que se usan en la elaboración de vidrio, el asbesto, el humo de leña, principalmente", agregó el especialista.
Esta enfermedad se puede confundir fácilmente con una infección respiratoria, ya que entre los síntomas predominantes se encuentra la tos seca y con expectoraciones herrumbrosas -con rastros de sangre-, disnea -dificultad para respirar- con mínimos o máximos esfuerzos, y dolor torácico en etapas avanzadas de la enfermedad.
"Es común que el cáncer de pulmón lo relacionen con una crónica mal cuidada o una tuberculosis", comentó el médico Arturo Sotelo; por tal motivo, es importante acudir al médico antes de los primeros síntomas para una correcta valoración y un tratamiento oportuno.
Esta enfermedad varía según su etapa clínica. En fases iniciales, la cirugía es la mejor opción, mientras que en casos más frecuentes, cuando el cáncer se ha hecho metástasis ganglionar, se aplica quimioterapia y radioterapia juntas. Estas son las opciones que ofrece el IMSS para combatir el padecimiento.
El Seguro Social exhorta a la población a llevar a cabo un estilo de vida saludable, que implica una buena alimentación, el ejercicio constante y las visitas periódicas al médico para un chequeo general de salud, además, promueve la eliminación del tabaquismo, factor principal detonante del padecimiento.
"La suspensión del tabaquismo tiene como resultado una disminución considerable en el riesgo de padecer esta displasia, sin embargo, es importante mencionar que la persona tiene que haber dejado de fumar entre 10 y 15 años para que las probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón se igualen una de la población no fumadora ", finalizó el especialista.