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RAMÓN DURÓN RUIZ

El sabio filósofo y médico español, Gregorio Marañón afirmó: “Vivir no es sólo existir, sino existir y crear; saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar; […No tener sueños], es empezar a morir.” Los años me han enseñado que “la vida es hermosa, aún con errores”, el sabio poeta Pablo Neruda la sintetizó de una manera más que bella: “De la vida no quiero mucho. Quiero apenas saber que intenté todo lo que quise, tuve todo lo que pude,  amé todo lo que valía la pena y perdí apenas lo que nunca fue mío”.

El Filósofo de Güémez te invita amorosamente a que grabes a piedra y lodo que eres el arquitecto de tu destino, por ello es vital que mantengas la luz de la fe siempre encendida, que tengas sueños y vayas tras ellos, y que la palabra claudicar no exista en tu vocabulario. Reconoce que vives en el milagro de la vida y que está hecha para que la vivas, no para que sobrevivas arrastrándote en el dolor y el vano sacrificio, has a un lado el desánimo y simplemente reconoce que estás vivo no por casualidad, sino por una causa suprema: para ser feliz en el aquí y el ahora.

Así escribía Ramón Durón Ruíz, quien dio vida al célebre y coloquial Filósofo de Güémez. Con la lógica del sentido común aconsejaba y enseñaba, citando frases que rayaban en la sátira, pero con la sabiduría, el cariño y humor de la sabiduría popular. 

Varias personas afirman la existencia del mencionado Filósofo, un residente del municipio de Güémez en el estado de Tamaulipas. Se dice que era muy conocido y los habitantes del pueblo le pedían consejos personales y opiniones acerca de los acontecimientos de la comunidad. Después de meditar, el filósofo expresaba sus ideas basadas en una lógica sencilla, directa, concisa, obvia, indiscutible e hilarante. Su filosofía era famosa por ser concreta y designar a las cosas por su nombre. La identidad del Filósofo se adjudica principalmente a tres personas: José Calderón, Darío Guerrero y Juan Mansilla Ríos. Los tres eran habitantes de Güémez, nacidos en el siglo XIX y fallecidos en el siglo XX.

Pero más bien “El Filósofo es un mito, una leyenda que se ha ido formando a lo largo de los años, es el propio pueblo”, como dice Alejandro Rosales Lugo en el prólogo del libro de Ramón Durón Ruiz. 

Ramón Durón supo recopilar esos dichos que con tanta sencillez y lucidez explican los problemas de la vida, se ocupó de rescatar y difundir la cultura popular de su tierra natal.  Como lo explicó el propio autor en su libro, “El Filósofo de Güémez es un gran maestro; derrama su sabiduría por el camino de la risa, la alegría y el buen humor, porque sabe a ciencia cierta que la educación que se recibe en las aulas quita lo ignorante, no lo pen… Y él, con su sabiduría, pretende atenuar lo que la escuela no logra”. La aparente ingenuidad, la respuesta obvia, la reflexión absurda se mezclan en una frase lógica, divertida, hilarante.  

Defendió ante detractores y críticos protectores del “buen decir” la coloquial y populachera forma de expresarse del Filósofo de Güémez. 

–Oye Ramón, ¿por qué a veces El Filósofo de Güémez utiliza frases o palabras groseras, altisonantes que ofenden?

–El Filósofo no utiliza palabras que ofenden, lo que ofende es al forma como lo tomamos o como lo decimos, y él lo dice con un profundo respeto a todos, principalmente a las damas, y a la cultura popular.

Ramón Durón Ruiz nació en Ciudad Victoria, Tamaulipas en 1956, se desempeñó como profesor de educación primaria y media superior especializado en Ciencias Sociales; con estudios en Derecho egresado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (con Mención-Honorífica). Doctor en Derecho, egresado de la UNAM, Premiado con la Medalla “Ignacio L. Vallarta”; posgraduado en Administración Municipal. 

“Hechos crean derechos, y los derechos crean obligaciones”.

Recibió un Doctorado Honoris Causa, otorgado por la Universidad Popular Autónoma de Veracruz. Doctorado en Tanatología, egresado del Instituto Mexicano de Psicooncología. Diplomado en Hipnosis Terapéutica, egresado del Instituto Mexicano de Psicooncología, entrenador en el manejo de emociones. Y un Doctorado Honoris Causa otorgado por el Colegio de Posgraduados de la Ciudad de México. 

“No soy político, pero me gustan los aplausos”.

Incursionó en la política, donde ocupó distintos cargos públicos como diputado local en Tamaulipas, Presidente municipal de Ciudad Victoria, coordinador de giras del entonces candidato priista Luis Donaldo Colosio. Fue delegado federal, secretario particular del gobernador en su estado natal y luego Procurador General de Justicia en el estado. 

“Esta carretera, ni va ni viene; Victoria queda p’allá”.

Recorrió toda la República Mexicana impartiendo pláticas y conferencias, tanto en universidades como en eventos culturales y políticos. Fue invitado como conferencista en las Ferias del Libro en Guadalajara, Monterrey y en el Festival Cervantino. Y brindó talleres motivacionales en varios estados del país. Su experiencia y conocimientos sobre cultura popular, alternancia, transición, gobernabilidad, partidos políticos y la vida misma le llevaron a publicar 25 libros, entre  los que se destaca el mítico personaje “El Filósofo de Güémez”, además coordinó la edición del libro La picaresca judicial para la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En 2012, recibió el Premio Nacional de Periodismo que entrega el Club de Periodistas de México, A.C. 

“El que anda de buenas, no puede andar de malas...”

Su singular forma de narrar la vida y los sucesos políticos y sociales le abrieron las puertas de múltiples medios de comunicación donde publicaba la columna “El Filósofo de Guémez”. Participó como activo colaborador en Magazine de Querétaro y en el noticiero radiofónico Radar News 2ª. emisión que conduce nuestro director Andrés Estévez Nieto, a través de la frecuencia modulada 107.5, donde semana a semana compartió su lección de vida y su consejo. Nos honró, además, con su presencia en los festejos por el 15 Aniversario de Magazine de Querétaro, donde impartió una conferencia.

Ramón Durón, entrañable colaborador de Magazine de Querétaro, perdió la vida la tarde del pasado 30 de mayo en un accidente automovilístico, en la carretera Puebla-Xalapa, luego de que un tráiler invadió el carril por donde circulaba. El “Filósofo” trabajaba en el equipo de campaña de Héctor Yunes Landa, candidato al gobierno de Veracruz por la coalición “Para Mejorar Veracruz”.

“La gente de antes era más honrada. ¡Yo soy de antes, pero vivo ahora!”

El personaje que protagoniza sus célebres frases, parte mito y parte leyenda, tiene su realidad en la cotidianeidad del razonamiento lógico y absurdo de los viejos de antes, dichos populacheros que explican los problemas de la vida con singular humor. Tamaulipeco.

El viejo Filósofo sabe que soñar es una fuente nutriente para tu vida, que te enseña que en lo más íntimo de tu corporalidad sólo hay energía que vibra con el amor incondicional, que te recuerda que eres uno con Dios.

Éste campesino de Güémez desde su tierna infancia soñó con vivir en torno al humor, porque la vida me ha enseñado que la fiesta de la vida cambia positivamente la forma de ver las cosas, por eso la risa es parte de mi maestro divino, que me enseña a reírme con la vida… no de la vida, será porque el humor, cuando accede a tu vida, te hace más humano, más sencillo, más feliz.

 

EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ. La vida.

 

Mayo, 2016

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