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¡URGE RECUPERAR ÁREAS VERDES!

La contingencia ambiental y la contaminación en estados y ciudades vecinas, el sofocante calor de la temporada, y la ausencia de áreas verdes en buen estado, encendieron las alarmas entre la sociedad que de una u otra forma comenzó a organizarse para emprender acciones de reforestación. Sin embargo, plantar un árbol no es suficiente, y requiere de un trabajo de acompañamiento y mantenimiento para que ese árbol tenga éxito.

Hace algunos días las autoridades municipales de la zona metropolitana anunciaron sus programas de reforestación, particularmente en zonas dentro de la mancha urbana, que permitirán recuperar áreas verdes. Para la ambientalista América Vizcaíno Sahagún estas acciones deben acompañarse de políticas de conservación ecológica.

Además de recuperar, conservar e incrementar áreas verdes, explicó, hay que proteger las zonas de conservación ecológica alrededor de la mancha urbana, porque en ellas se almacena una gran cantidad de árboles con capacidad de producción de oxígeno y captura de dióxido de carbono, como es el caso de la reserva de Peña Colorada.

Por cuanto a los “pulmones urbanos” o áreas verdes dentro de la mancha urbana, América Vizcaíno señaló que hay un grave problema que no se ha resuelto: la suficiencia de agua para regar las áreas verdes. La ambientalista argumentó que 99% de los desarrolladores de vivienda no tienen planta tratadora de agua, por lo que no solo están contaminando cauces federales con aguas negras, sino que además los gobiernos, los municipios, no tienen agua tratada suficiente para dar mantenimiento a la vegetación de parques y jardines.

“Hay tres asuntos a combatir: la disponibilidad de agua tratada; que los desarrolladores cumplan con la normatividad, construyan sus plantas de tratamiento, las operen y doten de agua tratada a los municipios; y la protección a zonas de conservación ecológica como Peña Colorada, como captores de gases contaminantes de efecto invernadero, como productores de oxígeno y reguladores del clima; y un cuidado integral de la masa forestal urbana que ha sido descuidada a lo largo de muchas administraciones, y esperamos que en esta logren recuperarla”.

América Vizcaíno acusó particularmente a la administración de Roberto Loyola Vera (2012-2015) por haber descuidado las áreas de servicios públicos municipales, y a varias más por despedir a personal de servicios públicos, lo que dejó al municipio de Querétaro sin  capacidad operativa y de infraestructura para dar mantenimiento a las áreas verdes.

“En la administración de González Valle había interés personal en mantener las áreas verdes, ahora no es así”. Esta es la razón por la que muchos árboles de los llamados pulmones urbanos estén secos y muertos, pese a la advertencia de los ambientalistas de que antes de reforestar se garantizara la capacidad de mantenimiento.

América Vizcaíno confía en que el programa de reforestación de las presentes administraciones pueda corregir el problema, para ello deberán hacer los estudios necesarios como el inventario forestal para saber cuántos árboles hay, en qué estado están, qué se necesita hacer; el segundo es para determinar costos de mantenimiento y dotar las áreas con las capacidades necesarias para sistemas de riego; el tercero es tener la dotación de agua suficiente.

Falta continuidad y un instrumento legal que obligue a los funcionarios públicos a dar cumplimiento a la protección del arbolado, subrayó América Vizcaíno, quien agregó que los ecologistas queretanos buscarán entregar al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, una petición para reformar la Ley Federal Forestal, la Ley de Biodiversidad, y la creación de un código penal federal en materia ambiental.

“Deseamos que se reforme la Ley Federal Forestal porque está diseñada para la explotación de bosques y selvas, la hicieron prestadores de servicios que se dedican a gestionar cambios de uso de suelo para madereras e industriales, y necesita regresársele su calidad de promotora social del desarrollo rural, con proyectos sustentables pero conservando la integridad de los bosques. También queremos que se reforme la Ley de Biodiversidad que es una ley de explotación animal para la vida silvestre, y deseamos que exista un código penal ambiental federal, porque hasta ahorita cualquier daño al ecosistema ocasiona únicamente causas administrativas, multas y sanciones que en tres años se pagan y vuelven a reincidir; con un código penal federal esto puede terminar, para que los desarrolladores de vivienda incumplidos, los que incendian o despalman, tengan un castigo real”.

PULMONES EN AGONÍA

En un recorrido realizado por Magazine de Querétaro a los pulmones urbanos sembrados en el Norte, Sur y Sur poniente de la ciudad, se pudo constatar que la mayoría de los árboles plantados están secos, abandonados e incluso algunos sin vida, y en total descuido se encuentra el corredor verde de árboles y especies de flora denominado en la administración pasada como uno de los “pulmones urbanos”, ubicado en el Boulevard Gobernadores, que cruza y conecta las colonias Vista Azul, Linderos del Cimatario y Praderas del Sol en la zona Sur de la capital queretana, donde se sembraron mil 700 árboles. En esta zona se  puede observar que alrededor de 70% de árboles de entre 3 y 4 pulgadas de espesor  están sin vida.

Decenas de árboles que forman parte de uno de los “pulmones urbanos” están secos, con pocas hojas y con mucha pérdida de color, sobre todo aquellos pequeños y medianos. En esta condición también está el césped, e incluso las bancas están rayadas y sucias.

En la administración 2015-2018 se rompió récord de siembra de árboles y creación de nuevas áreas verdes, que actualmente son un panorama desértico y con árboles muertos, pues desde hace varios meses, aseguran los ciudadanos, no han visto pipas regándolos. “Plantaron los árboles unos pequeños, desconozco el tipo de árbol, pero como usted puede ver están bien secos; también plantaron flores pero esas solo duraron como dos semanas y después se murieron, ya no están. El año pasado sí se veían las pipas, pero ahora ya no”, informó  a Magazine de Querétaro Alfredo Martínez, vecino de la colonia Praderas del Sol.

La falta de lluvia es otro factor que ha influido para que “los pulmones urbanos” no florezcan, pero la actual administración municipal dice tener cerca de 34 pipas para regar los jardines y las zonas en torno de los puentes vehiculares. En el camellón de prolongación Bernardo Quintana que va desde el antiguo camino a San Pedro Mártir a Boulevard Peñaflor, que constituye el pulmón urbano más grande de la ciudad, con 121 metros cuadrados, número 13 de 20 pulmones urbanos creados, se pudo verificar que de los 7mil 500 árboles plantados la gran mayoría están vivos y en buen estado y hay menos de 50 árboles secos. En este pulmón hay 4 veces más árboles que en la Alameda Hidalgo, y la mayor masa vegetal se concentra entre el camino a San Pedro Mártir y Avenida de la Luz. Aquí se plantaron árboles de 2.5 pulgadas de espesor y cuatro metros de altura de 17 especies distintas nativas del lugar.

Los pulmones 18 y 19 se ubican en Boulevard Peñaflor y Avenida Pirineos respectivamente. Aquí se plantaron el año pasado mil 323 árboles de cinco especies distintas, en una superficie de 38mil metros cuadrados. En el camellón de Boulevard Peñaflor la masa vegetal se mantiene viva pese al poco riego que recibe, pues se ayuda de un colector pluvial que nutre de agua la zona. En Avenida Pirineos la sequía es más evidente: aproximadamente 60% de los árboles se ven secos, sin hojas verdes, con el suelo árido y sin pasto. Este pulmón, el 19, es el más seco en la zona Norponiente de la capital.  

La actual administración municipal a cargo de Luis Nava Guerrero informó que existe un déficit de 140mil árboles; el último censo del que se tiene registro fue realizado en 2017 y arrojó la existencia de solo 220 mil árboles, de los cuáles 20mil estaban muertos o enfermos.

La secretaria de Servicios Públicos del municipio, Alejandra Haro de la Torre, informó que actualmente tienen 34 pipas que abastecen 800mil metros cuadrados de área verde, lo que evidentemente no es suficiente para regar todas las áreas verdes de la ciudad. “Ustedes lo han visto, el clima está muy seco, tenemos la necesidad de que llueva para que nos ayude con la siembra de estos árboles, para que puedan crecer y fortalecerse, vamos a continuar con el riego con estas 34 pipas”, mencionó.

NO BASTA CON PLANTAR UN ÁRBOL

En los últimos días, tanto en grupos de whatsapp como en redes sociales, ciudadanos buscan organizarse para realizar campañas de reforestación en las áreas verdes de las zonas donde viven. Sin embargo, de acuerdo con ambientalistas estas acciones carecen de la información necesaria para realizar una reforestación exitosa: “Las reforestaciones ciudadanas son extraordinarias, pero deben contar con un plan para administrar la vegetación y darle mantenimiento, son medidas que se deben resolver para mantener la vegetación y el clima en la ciudad” declaró América Vizcaíno.

A su vez, el coordinador de vinculación del Fideicomiso Queretano para la Conservación del Medio Ambiente, FIQMA, Héctor Ramírez Alcalá, explicó que si bien se reconoce la iniciativa, el ánimo, el compromiso y la energía de la sociedad para realizar campañas de reforestación, estas deben ir acompañadas de información, orientación y cuidados para que el árbol que se plante no muera.

Al FIQMA se han acercado decenas de ciudadanos organizados para solicitar árboles en donación (lo cual no hace la institución), basados en la estética o el uso que quieren del árbol. Sin embargo, se debe conocer el tipo de suelo, el área donde será sembrado, determinar si las raíces pueden o no dañar las banquetas o las viviendas y otras características. También, cada árbol debe ser sembrado con los cuidados que requiere cada especie, ponerles un “tutor” o soporte para que no crezcan chuecos o se caigan y tener un mínimo de acompañamiento de dos años mientras se fortalece su raíz y su tronco. Solo después de este tiempo se pueden relajar los cuidados.

“De repente muchos grupos empiezan a tener la iniciativa propia (de reforestar) pero no ponen el “tutor”; ¿y eso en qué nos afecta?, pues en que el árbol va a crecer chueco si no tiene la suficiente fuerza, o pasa la gente o un perro, el viento o las lluvias y lo destrozan, son factores que no se contemplan cuando se hace una reforestación de manera individual o sin conocimiento; son factores que si los trabajamos en conjunto: si ellos tienen la energía de hacer una reforestación, nosotros nos sumamos en los proyectos que tenemos dentro de FIQMA”, explicó Héctor Ramírez.

Para orientar o encausar las iniciativas ciudadanas que quieren reforestar, el FIQMA ha sumado como voluntarios a estas personas para sembrar árboles en las zonas o reservas que tiene el fideicomiso.

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