¿QUIÉN GANARÁ?

Llegó la hora de votar. Nos encontramos en los días de mayor efervescencia política; las fechas de los cierres de campaña que tanta atención ocupan de los candidatos y sus partidos; los días de intentar “arañar” los últimos votos de los teóricos indecisos.

Tiempo en que la divulgación de encuestas y sondeos se vuelve una constante; mediciones de la realidad del momento, tendencias que tanto interesan a los medios de comunicación y a una buena proporción del electorado.

Entramos a la recta final de la temporada electoral, y frente a la pregunta más recurrente del momento: ¿Quién ganará?, nos queda la impresión de que nos encontramos casi como al principio de las campañas, particularmente por lo que respecta a la elección de gobernador del estado.

Así lo revelan al menos las diversas encuestas de empresas y encuestadoras serias de las que se ha conocido en los últimos días. El reconocido Roy Campos, de consulta Mitofsky, le da 5 puntos de ventaja al candidato priista; Mendoza Blanco y Asociados, en su más reciente trabajo, le otorga 8 puntos arriba al propio Roberto Loyola Vera; en tanto que la de la Universidad Autónoma de Querétaro le concede margen de triunfo del tres por ciento al panista Francisco Domínguez.

Ante tales resultados, y en razón de la percepción que por el contacto con nuestro público tengo, sigo pensando que la contienda se resolverá por estrecho margen y que, como hemos señalado aquí en reiteradas ocasiones, quién se equivocó menos, será el que tome la estafeta de José Calzada el primer día de octubre.

Días de alta competencia y, por tanto, en los que hemos visto cómo en redes sociales los seguidores de uno y otro candidato igual festejan una encuesta que les da el triunfo, que denuestan la que no les favorece.

También época en la que se multiplican las publicaciones donde se divulgan acusaciones cruzadas, dimes y diretes desde ambos cuarteles generales en sus respectivos “cuartos de guerra”. Panfletos, desplegados, exaltación a los cambios de partido; de todo se están valiendo por tratar de hacerse de la mayor cantidad de sufragios posibles.

Ante tanto “ruido” será bien importante que los votantes razonemos nuestro sufragio a partir de reconocer la mejor propuesta, el mejor perfil de candidato para gobernar nuestra próspera entidad. Llegar el 7 de junio con un voto informado, libre y responsable, que ayude a la entidad y a nuestras familias a obtener el bienestar por el que las personas nos esforzamos cada día desde nuestra personal trinchera.

¡Que gane el que decida Querétaro!

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