Debido a lo parejo que se observa la contienda electoral por la gubernatura de la entidad, vengo compartiendo a ustedes hace meses en esta la Brújula de Querétaro y en los espacios donde tengo la oportunidad de servirle, mi percepción de que ganará aquel candidato y partido que se “equivoque menos” durante el tiempo de las campañas.

Cuando escasamente nos separan cinco semanas del día de la votación, el escenario sigue siendo el mismo que se observó desde hace varios meses: Roberto Loyola y Pancho Domínguez mantienen una carrera auténticamente “parejera”, entre otras cosas porque se han equivocado en el mismo tema, el de la famosa transparencia y las declaraciones de bienes, fiscales y de conflicto de interés.

El PAN y su candidato mantienen la presión a Loyola, dado que se niega a divulgar públicamente las declaraciones que en su momento presentó cerradas ante la Coparmex y notario. Pero los priistas encontraron en la declaración del abanderado blanquiazul omisiones notables.

Me parece que ambos se equivocan, uno por resistirse a ventilar públicamente su patrimonio, el otro por las omisiones que parecen evidentes.

Pues bien, en estos momentos, para fortuna de ambos surge una idea que los puede salvar de la problemática en la que se encuentran. El Consejo Consultivo Empresarial Querétaro (CCEQ), para fortalecer el tan necesario como demandado proceso de transparencia, propuso acciones concretas. Una de ellas es que los candidatos a elección entreguen copia de sus declaraciones patrimoniales de los últimos seis años, de lo que han obtenido y cómo lo han obtenido en ese periodo de tiempo, así como sus declaraciones fiscales correspondientes al mismo periodo, las cuales proponen, los organismos que integran al CCEQ, serán revisadas por una empresa de prestigio y supervisadas por el Colegio de Contadores del Estado, para que realicen un análisis y emitan una opinión de la razonabilidad de la información, la cual harían pública.

Otra de las acciones que propone este conjunto de organizaciones intermedias es la realización de un debate para el próximo 26 de mayo a las 19 horas en el Club de Industriales, que de aceptarse por parte de los candidatos sería el cuarto debate propuesto, además del programado por la Federación de Profesionistas (Fecapeq) para el miércoles de esta semana, día 29 de abril; el oficial, organizado por el Instituto Estatal Electoral para el día 6 de mayo en el Club de Industriales, y uno más que está proponiendo el Rector de la UAQ para el 1 ó 2 de junio, apenas cinco días antes de las votaciones. Estamos hablando, entonces, de cuatro debates en un mes.

De lograrse que los candidatos se sumen a la propuesta del CCEQ y este organismo haga un ejercicio serio e imparcial, como proponen, y se den cuatro buenos debates donde con rigor se confronten ideas y propuestas, estoy seguro de que los queretanos llegaremos a la elección, el 6 de junio, adecuadamente informados, con los elementos suficientes para votar de forma responsable por quien nos parezca la mejor opción. 

Los ejercicios de debate y transparencia pueden marcar diferencias y romper el empate técnico que algunos observa en este momento.